
En los jardines del Palacio de las Convecciones, y durante un alto en los debates, los participantes de la cita habanera tomaron algunos minutos para dejar constancia gráfica de la reunión. Aparecen, de izquierda a derecha: Dr. Philbert Aaron, embajador de la Mancomunidad de Dominica ante la República Bolivariana de Venezuela y coordinador nacional del ALBA; Fander Falconí, ministro de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración de la República del Ecuador; Daniel Ortega, presidente de Nicaragua; Hugo Rafael Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela; Raúl Castro Ruz, presidente de la República de Cuba; Evo Morales Ayma, presidente de la República Plurinacional de Bolivia; Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas; Patricia Isabel Rodas Baca, secretaria de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores de Honduras, y Bruce Goodwin, embajador de Antigua y Barbuda en Cuba.
La Cumbre denominada de las americas o mas conosida como el Alba no es mas que una falacia de un par de pensadores de revolución de izquierda tergiversada, algunos partidos democraticos llamados de izquierda todavía conservan buenas acciones a la hora de estar en el poder y mantienen la democracia intacta.
Mas sin embargo este grupo del Alba son especialistas en cambiar la constitución de sus países o de tratar de cambiar la constitución como fue el caso de Honduras, para así tratar de quedarse en el poder y gobernar al estilo cubano, empiezan ofreciendo al pueblo un cambio para beneficio de las minorías, pero este beneficio es temporal ya que lo único que saben es utilizar a las minorías con la intención de lograr sus determinados propósitos.
Con el ejemplo de Honduras de sacar del poder al campesino de Zelaya se le enseño al mundo que cuando un pueblo quiere vivir en democracia el mismo pueblo defiende su democracia.
Las aves de Rapiña que aparece en la foto de arriba no son mas que un grupo que se enriquecen día con día a costas del pueblo pero a ellos jamas les a interesado los problemas del pueblo.
Oscar Rodriguez
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